10/03/2011

Some might say/ Oasis

"Some might say the don´t believe in heaven
go and tell it to the man who lives in hell 



AUTORETRATO


Una de las cosas que siempre llamaban la atención para todo aquel que conocía por primera vez a Saúl, era el alto nivel de desorden mostrado por su castaño cabello, evidenciando un constante ir y venir de ideas.

Hecho también presente en su, la mayor parte de la veces, mirada perdida, dando a entender que él, rara vez estaba donde su cuerpo se encontraba o descansaba. Siempre en busca de las nuevas experiencias que a través de sus curiosos ojos marrones, convertirían hasta el más mínimo detalle en la mayor de las aventuras y encenderían la mecha de su inagotable imaginación dando como resultado un posible nuevo guión que no dejaría de escribir hasta tenerlo finalmente terminado y que sin duda, le proporcionaría sus ya conocidas ojeras.

Su, según como se mire, ganchuda nariz, reflejaba un estilo de vida propia de un pirata, pues era amante de la libertad y lo desconocido, siempre poniendo en entredicho las reglas y todo aquello que tuviese que ver con la supuesta normalidad del mundo en el que decían vivir los demás.

También poseía una boca tan pequeña, que a veces era confundida con una simple cremallera, la cual nunca habría estado de más para hacerle callar y ahorrarle la infinidad de problemas entre los que erróneamente parecía gustarle nadar.

Su caótica y descuidada barba era un fiel reflejo de la vida que había tenido y esperaba seguir teniendo, porque como he relatado anteriormente, él siempre intentaba escapar de la aburrida realidad.

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